A las pocas horas de nacer sin ni siquiera poder abrir los ojos, Talento empezó a sufrir Bullying.
En parvularios con mucho mundo por descubrir y sin siquiera saber gatear para ello, Talento sufrió Bullying.
En primaria con los primeros amigos y amigas para poder compartir vida, y ni siquiera sabiendo porque era el saco de chanzas, Talento sufrió Bullying.
En la ESO con fuerzas recuperadas y con ganas de comerse el mundo pero ni siquiera saber que pasos dar primero, a Talento le cortaron las alas por culpa del Bullying que sufría.
En la Universidad con una mentalidad muy clara de lo que quería hacer en el futuro pero sin saber las herramientas exactas que necesitaba utilizar, Talento se vio forzado a adaptarse por culpa del Bullying que había sufrido.
En su vida profesional, la que acumuló en pocos años, le fueron cortadas las alas, la creatividad y la perspectiva de dedicarse a aquello que le motivaba… Talento estaba replanteándose muy seriamente cambiarse el nombre.
Pero en cambio, en su vida personal… Talento era explosividad, creación y espontaneidad. Era una mezcla de sensaciones y conceptos. Era agua mezclada con fuego y colores sonoros. Era todo y cuando deseaba no era nada. Pero era una nada para demostrar el talento que le fue ninguneado durante mucho tiempo. Y ahora llegó el turno de Talento…
¡Ya que Talento tenía mucho que demostrar al mundo!
· 29 JUNIO 2021 ·
MRC RCDR
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