[Tiempo de lectura: Lo que se tardaría en bloquear a alguien odioso en 2/3 redes sociales]
¡Qué alguien me aclare una cosa por favor!
¿Cuál es esa fina línea que separa lo poco me importa una opinión ajena a la importancia que uno pueda dar a ella?
Hace un par de días, en esos en los que se alinean los planetas, y la gente se siente con la capacidad de opinar de tu manera de escribir, de tu manera de vestir o simplemente cuan frecuente debes ir a defecar*. Por suerte, gracias a mis años de vida, uno consigue identificarlos en seguida, lo que cuesta es ver con que aires te irá…
Por esto he aprendido una técnica frente a esta gente, la que yo llamo: Técnica Museo de Cera. ¿Dé que se trata os estaréis preguntando algunos? ¿No será esa en la que debes poner cara plana y mirar fijamente a los ojos a la otra persona mientras intentas crujirle el alma os estaréis planteando otros? Pues los que estabais pensando en esta segunda opción estáis en lo correcto! Hay que obviar toda presencia, sea digital o presencial, y hacer como si le dierais la bendición con tu lenguaje no verbal, pero automáticamente desconectas y vas a lo importante: ¡A lo tuyo!
Por esto, la próxima vez que alguien te diga como defecar, tu única respuesta debería ser: ¡De cuclillas en el portal de tu casa!
*Me estoy jugando a que Google me desmonetice el post (¡Vinga, hemos venido a jugar!)
· 10 JUNIO 2021 ·
MRC RCDR
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