Inadmisible que haya llegado saludando de estas formas, como si estuviera invitado a quedarse. Ni siquiera una postal avisando que vendría. Esa auto-invitación es de un mal gusto, que le quita a uno las ganas de llamarle a cualquier fiesta.
Y es que Calor llegó con ganas de farra, haciéndose el chulo, quitando el sitio a Frío y EntreTiempo. Una desfachatez, aterrizó para hacer sudar a todos los invitados. Ni siquiera se dignó a taparse un poco, vino a provocar a que todos ardieran frente su presencia. Lo que consigue a contra nuestra voluntad es que nos arrodillemos frente a su proyección solar. El cree que es por arte natural, en realidad, y científicamente hablando es por su radiación. ¡De naturalidad nada, no nos equivoquemos!
Y por colmo de los colmos, ha absorbido energía de Viento, el invitado estrella para esta temporada, dejándonos con una cara de patata seca a todos los invitados que presencian la escena sofocante de esa bola amarilla. No le hagáis caso, que pase desapercibido, y en menos de lo que cante el gallo, si es que al gallo le queda saliva para cantar algo, Calor se irá y dará paso a algo mucho mejor, que nos hará estar mucho más a gusto.
Así que, disfrutemos de la fiesta a resguardo e intentemos no dar protagonismo a dicho personaje, porque si se lo damos, crecerá a momentos por su ego, y eso es lo único que no queremos.
Y en un abrir y cerrar de ojos (si es que nuestras retinas no se sequen antes), ya estará Fresco a poner color a esta fiesta exclusivamente Amarilla.
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